La operación se logró gracias a los interrogatorios del servicio de Inteligencia israelí Shin Bet a personas arrestadas en la Franja de Gaza.
El Ejército israelí ha recuperado este viernes los cadáveres de cuatro rehenes en Gaza, entre ellos el de Shani Louk, la joven alemana-israelí cuyas imágenes de su cuerpo semidesnudo tirado en una camioneta de Hamás dieron la vuelta al mundo.
El hallazgo fue confirmado por el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Daniel Hagari. En el informe se indica que los otros tres fallecidos fueron identificados como Amit Buskila, Yitzhak Gelernter y Ron Benjamin. Los cuerpos fueron recuperados durante una operación conjunta basada en información que “surgió de las investigaciones” del servicio de Inteligencia israelí Shin Bet sobre personas arrestadas en la Franja de Gaza.
Un tanque israelí mata por error a un grupo de sus propios soldados
Hagari declaró que las cuatro víctimas fueron asesinadas durante el brutal ataque del 7 de octubre en el asedio de Mefalsim, y sus cuerpos fueron secuestrados en Gaza por militantes del movimiento palestino, según “información de inteligencia verificada”.
Había confirmación desde finales de octubre de que Louk, de 22 años, estaba muerta, después de que se identificara un trozo de su cráneo en unas imágenes ampliamente difundidas. Los captores llevaron su cuerpo semidesnudo en la parte trasera de una camioneta. El momento fue captado por un fotógrafo ‘freelance’ de AP y su trabajo le valió a la agencia el primer lugar en la categoría Historia de imagen en equipo del año en los galardones del Instituto de Periodismo Reynolds.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dio las gracias a los soldados que llevan a cabo la operación militar, calificó el último descubrimiento de “desgarrador” y reiteró su promesa de devolver a los 129 rehenes restantes, “tanto a los vivos como a los fallecidos”.
Los combates entre Israel y Hamás, que han durado más de 7 meses, se desencadenaron a raíz de la incursión por sorpresa del grupo militante palestino en territorio israelí el 7 de octubre de 2023, en la que murieron unas 1.200 personas. En respuesta, Tel Aviv anunció una ofensiva total contra Hamás y sus simpatizantes, la cual ha dejado alrededor de 35.000 personas muertas, la mitad de ellas mujeres y niños.