El gesto debía mostrar la solidaridad de Viena con Tel Aviv en la nueva escalada del conflicto palestino-israelí.
El ministro de Asuntos Exteriores austríaco Alexander Schallenberg reprochó este martes la postura del presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan hacia la nueva escalada del conflicto palestino-israelí.
En particular, el ministro tachó de “absurdas” las declaraciones del mandatario turco quien maldijo este lunes el Estado austriaco y afirmó que este “está tratando de hacer que los musulmanes paguen por el genocidio al que sometió a los judíos”.
“El conflicto de Oriente Medio no se resolverá con espuma en la boca”, afirmó Schallenberg al convocar al embajador turco, según la agencia APA.
En cuanto a la visión de Viena, el ministro tachó a Hamás de “una organización terrorista” y resaltó que el Gobierno de Austria está “al lado de Israel frente al terror”. Al mismo tiempo, acusó a las autoridades turcas de “echar leña al fuego” y las llamó “urgentemente” a contribuir a la desescalada del conflicto.
Las declaraciones de Erdogan fueron hechas en respuesta al izamiento de la bandera de Israel en el tejado de la Cancillería Federal de Austria, que tuvo lugar el pasado viernes. El canciller austriaco, Sebastian Kurz, anunció que la medida fue tomada “en señal de solidaridad con Israel”. El mismo gesto lo hicieron los Gobiernos de Eslovenia y la República Checa.
Escalada de tensiones
La escalada de las tensiones entre Israel y Palestina ha alcanzado en los últimos días su punto álgido tras semanas de creciente hostilidad. La indignación de los palestinos ante las barreras de seguridad colocadas en Jerusalén Este durante el Ramadán y el desalojo de un barrio árabe fueron parte de los detonantes de la ola de violencia.
El pasado lunes, el movimiento Hamás comenzó a disparar cohetes hacia Israel desde la Franja de Gaza, momento a partir del cual las hostilidades escalaron rápidamente, dando lugar a los combates palestino-israelíes más intensos desde la guerra de 50 días de mediados de 2014.
Los ataques israelíes en Gaza han dejado al menos 212 palestinos muertos, entre ellos 61 niños y 36 mujeres, y más de 1.000 heridos. Entre los israelíes, al menos diez personas han muerto, incluidos dos niños, y decenas resultaron heridos.