La obra se mostró en los espacios abiertos de una galería bonaerense en horario todo usuario, cuando su contenido era para adultos.

Una ópera erótica con contenidos para adultos desató la polémica en Argentina, al punto de provocar que Victoria Otero, la jefa de museos de la ciudad de Buenos Aires, capital del país suramericano, renunciara a su cargo.

La controversia se originó el pasado miércoles en el Museo Fernández Blanco, donde se presentó la obra “Barroco furioso”, una ‘performance’ artística transgresora creada por el colectivo Ópera Periférica,dirigida por Pablo Foladori y Gerardo Cardozo, que se mostró a plena luz del día, en horario para todo público, en los espacios abiertos del recinto, reseñan medios locales.

Las escenas de la “escandalosa” obra se colaron rápidamente a través de videos divulgados en redes sociales, donde distintos usuarios comenzaron a cuestionar la muestra artística y sobre todo a criticar que el evento se realizara en un lugar donde, incluso, niños y adolescentes podían ver y escuchar el alto contenido sexual y de alusión al uso de drogas.

En uno de los videos colgados en redes sociales, se observa a un hombre con el torso descubierto recitando unas palabras de alta carga sexual; mientras en el jardín del museo otros dos artistas vestidos con pelucas y ropa íntima de mujer realizaban bailes eróticos.

“Qué importa la pobreza cuando tenés la cola hambrienta. Qué importa cuando salís enloquecida a buscar por las calles, por los rincones, ese poco de amor furioso que te aturde y te hace olvidar un rato de la pobreza”, dice el hombre en medio de la obra, que fue incluida en la agenda cultural como ganadora de una convocatoria realizada en 2022.

Como el evento es parte de la agenda cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, parte de las quejas apuntaron contra el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos, Horacio Rodríguez Larreta, por permitir que la obra se financiara con recursos públicos. De igual forma, medios locales se sumaron a las críticas calificando la pieza como un acto “de mal gusto”.

Desconocimiento de la obra y otra polémica en puertas

La situación llegó a tal punto, que además de la renuncia de Otero, las autoridades del Museo Fernández Blanco se desvincularon de los hechos, al asegurar que no tenían conocimiento que se realizaría una escena de ese tipo que afectara la sensibilidad y el pudor de las personas. Además, señalaron que de haberlo sabido, no lo habrían realizado en un espacio abierto al público, ni en horario vespertino.

En el mismo tono se pronunció el despacho de Cultura de Buenos Aires, que en un comunicado citado por la prensa argentina, aseguró que no avalaban ni promovían “esta clase de espectáculos que puedan herir u ofender la sensibilidad de muchas personas”. Por ello, prometieron que partir de este incidente replantearán el sistema para escoger las muestras artísticas.

En medio de la polémica, han surgido imágenes de otra presentación artística en la que participó el titular de Cultura bonaerense, Enrique Avogadro, donde varias personas pican y se comen una torta que asemeja el cadáver de un hombre parecido a Jesucristo, que ya causa indignación y molestia en los religiosos.

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