Las autoridades de la región reaccionaron de manera proactiva para enfrentar los retos que traería la pandemia para las economías.
Santo Domingo, RD. – La tasa de política monetaria es un instrumento utilizado por los bancos centrales para, dependiendo del comportamiento de la economía, especialmente la demanda interna, determinar qué cantidad de dinero se necesita en la economía. De aquí se desprende el concepto de política expansiva o restrictiva de la oferta monetaria. Dependerá, por supuesto, de la estrategia definida en la reunión mensual que realizan los miembros de la Junta Monetaria.
La pandemia provocada por el covid-19, que obligó a los gobiernos a replantear sus políticas fiscales a través de reformas a sus presupuestos, puso en posición proactiva a sus respectivas autoridades monetarias. No es un secreto que parte del crecimiento económico se ancla en la política monetaria.
Desde que se declaró la pandemia del covid-19 a medianos de marzo, las autoridades monetarias tomaron medidas tendentes a facilitar liquidez a los sectores productivos. Costa Rica, Guatemala y República Dominicana establecieron un corredor de tasas de interés que siguió la trayectoria más baja en la región de Centroamérica y el Caribe.
Los datos del Consejo Monetario Centroamericano (CMCA) establecen que Costa Rica ha sido el país más agresivo en bajar los tipos de interés de referencia, al pasar de un 2.25% a un 1.25% desde que se declaró la pandemia. Esto sucedió en marzo.
Luego está Guatemala, la economía con el mayor producto interno bruto (PIB) de la región, que ubicó su tasa en un 2.00%, bajándole 75 puntos, pues el mes anterior estaba en un 2.75%.
Economía dominicana
República Dominicana no se quedó atrás, pues sus autoridades monetarias le bajaron 100 puntos básicos a mediados de marzo a la tasa de política monetaria. De un 4.5% la bajaron a 3.50, mientras que en septiembre volvieron a reducirla en otros 50 puntos, ubicándose en 3.00%, su nivel histórico más bajo.
De ahí a la fecha, es decir, cinco meses después, el Banco Central mantiene su tasa invariable.
De hecho, en su reunión de política monetaria de enero de 2021, al decidir mantener su tasa de interés de política monetaria en un 3.00 % anual, también lo hizo con la de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día), la cual permanece en 3.50 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) que sigue en un 2.50% anual.
Según las autoridades, la decisión sobre la tasa de referencia se basa en el análisis exhaustivo del impacto del covid-19 sobre la actividad económica y la evolución futura de la inflación.
En particular, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) en diciembre fue de un 0.48%, mientras que la inflación interanual asociada a la serie analítica de la nueva base referencial (octubre 2019 – septiembre 2020), que es la más relevante para las decisiones de política monetaria, se ubicó al cierre de 2020 en un 4.63 %, tasa que estaría dentro del rango objetivo de 4.0% +/- 1.0%.
Todos los bancos llevan entre dos y tres meses sin mover su tasa de política.
Entorno internacional
En el entorno internacional, a pesar del complejo panorama asociado al covid-19, las perspectivas de crecimiento mundial han mejorado debido a una recuperación más rápida de lo previsto durante el cierre de 2020 y una mayor certidumbre ante el inicio de los programas de vacunación.
En ese sentido, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima una menor contracción de la economía para 2020, pasando de un -4.4 % en octubre a un -3.5%, de acuerdo con la actualización más reciente de su informe de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés). Para este año revisó al alza los pronósticos de crecimiento mundial al pasar de un 5.2% a un 5.5%.