La política ha sido siempre el espacio primordial para la apropiación de recursos públicos por unos cuantos, cada año que pasa el escenario político se pone más difícil, muchos son los que buscan optar por un cargo electivo, el cual lo llevaría a ocupar un asiento en el palacio nacional, el congreso y los ayuntamientos de la República Dominicana, donde usan el medio para  falsas promesas.

Desde la Independencia de 1844, lo que movió los políticos dominicanos fue la necesidad compulsiva de  apropiarse de todo y crecer económicamente. 

Cada cuatro años en el país se realizan unas elecciones para elegir nuevas autoridades,  quienes deben  asumir un cargo como administradores de los recursos de la nación, desde donde deben responder a las necesidades básicas del pueblo. 

Al ser elegido en uno de los cargos públicos, a la población le nace la esperanza y sensación de que habrá cambios en el mejoramiento y desarrollo de sus demarcaciones, situación que ha cambiado al pasar de los años, la población no cree en la política que se realiza en el país, debido a las mentiras y  falsas promesas de la mayoría de  políticos, quienes solo les interesa llegar al cargo para enriquecerse y gozar de cientos de privilegios que le otorga el poder.

“La gente se cansó de que los políticos ofrezcan cosas que no pueden ni van a cumplir aunque sean elegidos al cargo, las promesas son  solo estrategias utilizadas como manipulación en el pensamiento de aquellos desdichados y olvidados, los cuales son la mayoría a la hora del voto.

Al político no le interesa que la población se eduque, le interesa que se mantenga ignorante, y así poder llegar a mantenernos controlados. Pero hay algo que está cambiando, ya la gente no es tonta, no se deja engañar fácilmente, saben que la mayoría no cumplen como deben, al ganar dicen que no tienen compromiso con nadie, porque ellos compraron sus votos. 

La política dominicana es movida por la corrupción y el clientelismo, también el reparto de los bienes entre un grupo de inteligentes. Ya no hay confianza a la hora de elegir, no sabemos cuál será el uso que se dará al dinero del pueblo. 

Si son elegidos deben cumplir con su pueblo, de no hacerlo, la ciudadanía se lo cobrará en los siguientes cuatrienios, deben recordar de qué lado está el voto, y tener en cuenta que las elecciones del país están en la mano de los jóvenes, quienes son más del 65% del electorado, cada joven tiene una gran capacidad de conocimiento, sabe lo quiere y hacia dónde va.

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