Como ministro de Justicia, Flávio Dino, hizo frente a la crisis por los actos golpistas del 8 de enero, mientras que el fiscal adjunto electoral, Paulo Gonet, influyó en la inhabilitación de Jair Bolsonaro.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, nombró el lunes a su ministro de Justicia, Flávio Dino, como nuevo magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF), y al fiscal Paulo Gonet al frente de la Procuraduría General de la República (PGR).
Nacido en Sao Luís, capital de Maranhão, estado que gobernó durante ocho años (2015-2022), a sus 55 años, Dino, que sustituirá a Rosa Weber, será el primer exgobernador en ostentar un cargo en la STF. Con esta elección, Lula reduce la representación femenina en el STF, que pasa a tener solo una mujer, Cármen Lúcia, entre sus once integrantes.
Dino es hijo de un matrimonio de abogados, se licenció en derecho por la Universidad Federal de Pernambuco en 1991 y cursó una maestría en derecho constitucional. Con 26 años, consiguió su primer puesto como juez federal. También fue presidente de la Asociación Nacional de Jueces Federales y miembro del Consejo Nacional de Justicia.
En 2006, renunció a su cargo para entrar en política y fue elegido diputado federal por Maranhão (2007 a 2011). Además, asumió la presidencia de la Agencia Brasileña de Promoción Internacional de Turismo (Embratur) en el gobierno de la expresidente Dilma Rousseff (2011-2014).
En 2022, se unió al Partido Socialista Brasileño (PSB) para participar en los comicios y, aunque fue electo con un 63,38 % de los votos como senador de Maranhão, pidió licencia para asumir el Ministerio de Justicia.
En sus primeras acciones como ministro, Dino ordenó la apertura de una investigación de la Policía Federal para esclarecer quién ordenó el asesinato de la concejala feminista Marielle Franco y su chófer Anderson Gomes, en 2018. Aunque en julio se detuvo a un implicado en el homicidio, hasta la fecha no se han identificado a los autores.
También tuvo que hacer frente a la crisis por los actos golpistas del 8 de enero contra las sedes de los tres poderes en Brasilia, perpetrado por horas de bolsonaristas, en protesta a la victoria de Lula en las elecciones.
Conservador y discreto
Por su parte, a sus 62 años, Gonet, con una larga trayectoria en el Ministerio Público Federal, será el nuevo fiscal general de la República y deberá sustituir a Augusto Aras, nombrado por el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).
Natural do Río de Janeiro, Gonet estudió derecho en la Universidad Federal de Minas Gerais. Tiene una maestría y doctorado en Derecho Constitucional por la Universidad de Brasilia y otra maestría en Derechos Humanos de la Universidad de Essex, en Reino Unido.
Choque de poderes en Brasil: ¿por qué el Congreso busca quitarle poder de decisión al Supremo?
Como fiscal general adjunto electoral, según O Globo, Gonet fue una las figuras principales del proceso ante el Tribunal Superior Electoral (TSE), que inhabilitó durante ocho años a Bolsonaro.
Considerado discreto y conservador, su candidatura contó con el apoyo de los jueces del STF Alexandre de Moraes y Gilmar Mendes. Algunos de los miembros del Partido de los Trabajadores (PT) no estuvieron de acuerdo con este nombramiento, e incluso lanzaron una campaña en su contra en las redes.
En los años 90, como miembro de la Comisión Especial sobre Muertes y Desapariciones Políticas del Ministerio de Justicia, Gonet se posicionó en contra de responsabilizar al Estado por las muertes de opositores a la dictadura militar. También es un duro crítico del aborto.
El Senado es el encargado ahora de aprobar o rechazar los nombramientos.