El trabajo infantil en la zona sur de la República Dominicana afecta a muchas familias, generando la deserción escolar al momento en que estos eligen trabajar en la calles, situación que hace que en algunos hogares se pierdan la esperanzas de progresar, debido a que uno o varios de sus integrantes dejan los estudios. Sabemos que esa actividad produce daños físicos, sociales y psicológicos en el desarrollo de los infantes.
En la provincia San Juan y Azua se puede observar una gran cantidad de niños y niñas realizando labores pesadas, quienes también se dedican a la venta de productos en diferentes paradas y carreteras. Muchos de ellos son niños que no llegan a los 12 años de edad, sus vidas están expuestas a todo tipo de peligro.
“Llegamos a pensar que algunos padres obligan sus hijos a realizar ese tipo de actividades, aunque quizás otros lo hacen porque es el único medio que tienen de ayudar a su familia, pero puede que un pequeño grupo lo haga porque se ha introducido en el mundo de las drogas y el alcohol”. El Estado tiene la responsabilidad de velar por sus ciudadanos y crear políticas que vayan a favor de ellos, donde los niños también están incluidos.
Según la constitución en su artículo 56 establece que: la familia, la sociedad y el estado, harán primar el interés superior del niño, niña y adolescente; tendrán la obligación de asistirles y protegerles para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos fundamentales, conforme a la Constitución y a las leyes.
Se debe erradicar el trabajo infantil y todo tipo de maltrato o violencia contra las personas menores de edad. Serán protegidos por el Estado contra toda forma de abandono, secuestro, estado de vulnerabilidad, abuso o violencia física, psicológica, moral o sexual, explotación comercial, laboral, económica y trabajos riesgosos
También la ley 136-03 que crea el Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes, llamado “Código del Menor”, señala en su artículo 10 que estos tienen derecho a la cultura, deporte, tiempo libre y recreación, sin embargo, este derecho suele ser violado, debido a que muchos niños no sólo no tienen tiempo para recrearse, sino que se ven obligados a abandonar la escuela o no aprovechar al máximo las clases por tener que trabajar.
“Es una situación que tiene efectos sociales donde el niño se hace independiente a temprana edad y no tiene control de nadie y hace lo que quiera”, las niñas son vulnerables y pueden llegar a contraer matrimonio, debido a que esa es la realidad que conoce, piensa que casarse con una persona muchas veces mayor, es la puerta para salir de las calles.
La situación en la República Dominicana no es muy favorable en cuanto a que cada familia consiga un empleo digno, donde cada uno de sus integrantes tenga sus necesidades básicas cubiertas, pero es responsabilidad nuestra cambiar una situación donde ni el propio Estado tiene el control.
Quizás cuando compramos un producto o pagamos por un trabajo a un niño, hacemos que contribuyamos a que ellos continúen en la calles y que lo lleve a una vida donde el progreso se aleje y no haya superación. Esa una situación que se puede mejorar si todos nos unimos a la causa, como ciudadanos y sociedad dominicana.