No le encuentro explicación a que todo el esfuerzo del gobierno, basado en la estrategia quédate en casa, el mismo gobierno empiece a estimular la estrategia sal de tu casa.

 Los empresarios del país le han pedido al gobierno empezar a abrir pequeños negocios. Y luego todos de manera gradual. En la capital y ciudades los ciudadanos salen todos los días de 6 am a 5 pm. Se aglomeran en busca de ayudas sociales, depósitos en tarjetas o con códigos en sus cédulas. 

Una inversión con el objetivo de quedarse en la casa. Sin embargo, los ciudadanos comienzan a hacer su vida normal y los ministros de las áreas económicas han invitado al país a ir normalizando áreas de la economía, sin que la epidemia haya terminado. Hay carteras de créditos abiertas a los pequeños negocios del país. 

Como no encontraba un marco teórico a lo que ocurre en la estrategia para contener el COVID 19, recordé un audio de un joven dominicano muy ocurrente. El decía que el Coronavirus era un virus de murciélago. Que no podía salir de día. Que sólo infectaba de noche. Que de día no había ningún peligro,  ya que era un virus vampiresco. 

No sé que tan lejos ha llegado esa teoría en la población. Supongo que muchos la creen. Lo que me sorprende es que las autoridades también lo crean. Continúan con el toque de queda para que el virus no infecte de noche a la población y empiezan a permitir que la población salga irresponsablemente durante el día a contagiarse.

 El virus circula de día y de noche y lo hace entre humanos. La ciencia no tiene armas efectivas contra este virus y ha recomendado el distanciamiento social o físico que es lo que disminuye los contagios.

No podemos permitir que la población salga a las calles a exponerse a una muerte segura por presión de los ricos empresarios y políticos. El luto llegará a todos los hogares sino se toma en serio esta epidemia. Se arriesga la salud de médicos, enfermeras, bioanalistas y personal de hospitales. Con un desborde de casos pagaremos con la salud de ancianos, de hipertensos, diabéticos y pacientes renales. Ya tenemos más de 4000 casos y 200 fallecimientos. 

En las próximas semanas veremos duplicarse los contagios en pocos días e igual los fallecimientos. Los que quieren ganar dinero sobre la sangre de los pobres de este país: deben detenerse en sus ambiciones. 

Los dominicanos sentimos orfandad. Nadie nos defiende de lo que viene. Si las autoridades piensan más en los ricos que son menos y que se protegen ¿qué va a pasar con los pobres y clase media de este país? 

Se avecina la reapertura de otras actividades. ¿De qué forma será seguro para nuestros hijos volver a la escuela y a la Universidad si vamos a prolongar los casos y la epidemia?

Si a los ricos y políticos les parece que 200 dominicanos fallecidos son pocos me pregunto ¿cuántos dominicanos se van a sacrificar para que la economía de los ricos no sufra y la economía del gobierno sueñe con crecer este año?

El virus infecta de día a todos los ingenuos que por terquedad o necesidad se exponen a él. Tenemos derecho a la vida. También infecta de noche. Para sobrevivir hay que sacrificar la economía hasta que hayan vías científicas para controlar la enfermedad como tratamientos efectivos o vacunas.

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