La historia humana es la crónica de las grandes civilizaciones. Lograron un máximo de desarrollo y se cree que en muchas de ellas hubo niveles altos de corrupción y decadencia moral que finalizó con civilizaciones que hoy día nos asombran con sus logros. En donde estuvieron algunos de esos pueblos hoy solo hay ruinas.
Nuestras familias y relaciones llegan a ser lo más importante para muchas personas. Al crear un vínculo por amor o por otros intereses, vienen los hijos. Se conforma un proyecto mayor, sin embargo destruirnos lo que amamos, le quitamos ese lugar seguro a nuestros hijos y vamos detrás de nuestro hedonismo o las ansias de ascenso social y económico sin mediar que se afecte la pareja, que es el núcleo que le da seguridad emocional a los hijos.
Otras veces la causa del fracaso marital puede estar en la familia de origen. En pautas dañinas como la violencia, la poca afectividad, pautas disfuncionales de comunicación y mucho dolor como cosecha a una relación con pautas de relación negativas y que promueven el irrespeto y a veces violencia verbal y física.
Entregarse a una relación implica sacrificios, respeto a la familia de mi pareja y renuncias a hábitos negativos. Cuando hay serios conflictos es recomendable buscar ayuda profesional.