La calificación crediticia de República Dominicana está en su mejor momento de la historia.

Santo Domingo, RD.- Cada vez que República Dominicana acude al mercado de capitales a emitir bonos (deuda) se genera una “sobredemanda”. Este es el reporte que dan a conocer los “armadores de las ofertas”, incluyendo las autoridades oficiales. ¿A qué se debe este alto apetito de los inversionistas? ¿Cuál es el factor que determina la confianza en la capacidad de pagos del país? Todo está estrechamente relacionado a lo que piensan las calificadoras de riesgo.

Aquí entra en el escenario el EMBI (Emerging Markets Bond Index), el cual se calcula o se obtiene a partir de la diferencia o cociente entre la tasa de interés de los bonos denominados en dólares emitidos por mercados emergentes, como República Dominicana, y los que emite el Tesoro de Estados Unidos. Este resultado (spread) es lo que los inversionistas toman como referencia para saber el nivel de riesgo de un país.

Los datos establecen una mejoría en este índice para el país, quizá una de las razones por las que los mercados de capitales miran al bono dominicano con apetito. De hecho, partiendo de julio de 2022, cuando este índice estaba en 508, ha habido una mejoría al ubicarse en 363, lo que establece un avance de 145 puntos en menos de un año. A mediados de este mes (enero, 2023), el ministro de Hacienda, Jochi Vicente, aseguró que las cuentas fiscales lograron mantener la senda de la sostenibilidad durante el 2022, impulsada por un aumento en las recaudaciones y eficiencia en el gasto.

En diciembre del año pasado informó que, por primera vez en la historia, República Dominicana se acercó del anhelado grado de inversión, luego de que el país alcanzara la calificación crediticia “BB”, otorgada por la agencia Standard & Poor’s (S&P Global).

¿Para qué sirve el EMBI? Su utilidad viene dada en función de que mientras mejor colocado esté el país en este “ranking”, más competitiva o cómoda serán las tasas de interés que pagará la deuda que se emita. Esto así porque es justamente esa diferencia (Bonos del Tesoro + EMBI del país) la tasa mínima de retorno que exigirá o pedirá el inversionista para “comprar” un bono dominicano.

Mientras mayor sea la diferencia entre las tasas, más riesgosa es la inversión, ya que la probabilidad de incumplimiento percibida por los inversionistas crece en esa misma proporción. ¿Y qué sucede en este momento en República Dominicana? Los datos cortados al 20 de enero de este año indican que en EMBI de este país está en 363, lo que significa que está en una excelente posición si se parte de que el promedio de América Latina es de 398. Esto quiere decir que está 35 puntos por debajo. Mientras más alta sea la diferencia (spread), peor será el escenario para conseguir tasas más competitivas.

Los que ocupan las peores posiciones en América Latina son: Venezuela (41,623.5), Argentina (1,874), El Salvador (1,441), Ecuador (1,088), Bolivia (624) y Honduras (561). República Dominicana supera, incluso, al promedio global que está en 370 puntos.

El país con la mejor posición en el EMBI es Uruguay con 102, seguido por Chile (145), Panamá (208), Perú (215), Paraguay y Guatemala (221), Costa Rica (354), México (358) y Colombia con 361. En septiembre de 2016 República Dominicana tiene una puntuación de 356, mientras que el promedio desde febrero de 2020 a la fecha está en 425.

Para que quede lo suficientemente claro: los inversionistas utilizan el EMBI, el cual es calculado por J.P. Morgan Chase, basado en el comportamiento de la deuda externa emitida por cada país. Mientras menor certeza de que el país honrará sus obligaciones, más alto será este índice y viceversa. La última vez que estuvo por encima de 400 puntos para el país fue en noviembre de 2022.

El Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), en un informe publicado en esta semana, destaca que, para el cierre del año pasado, este índice presentó cambios en los países de la región. A partir del segundo trimestre 2021, El Salvador es el país que había mostrado un aumento sostenido y acelerado de este indicador debido a una serie de factores internos (políticos e institucionales), llegando a su punto más alto en julio 2022 (3,512), mientras que al cierre del año había experimentado una disminución considerable, al ubicarse en 1,839.

En este orden, Honduras, otro país que había mostrado cierta volatilidad en este indicador, cerró el año con un índice de 529, menor al máximo registrado en octubre, cuyo índice fue 814. Guatemala y Panamá siguen manteniendo los menores índices.

La institución centroamericana explica que este índice, para la mayoría de los países, ha mostrado una tendencia a estabilizarse a los niveles que se tenían previo al shock causado por la pandemia de la covid-19.

De acuerdo con la firma Analytica, si bien puede resultar cuestionable para algunos la forma de cálculo del EMBI, hasta el momento es uno de los indicadores de mayor confiabilidad en materia de riesgo país. Sin embargo, aclara, existen diversos indicadores que, si bien no miden el riesgo en términos de incumplimiento de compromisos, son más sencillos, y pueden ser incorporados en los análisis para evaluar la economía en la que se contemple invertir. Incluso se debe tener en cuenta que el EMBI es un resultado que responde a eventos que ya sucedieron y no predice posibles situaciones adversas.

Meta de República Dominicana

Cuando en diciembre de 2022 la agencia Standard & Poor’s (S&P Global) mejoró la clasificación crediticia para República Dominicana, llevándola a “BB”, resaltó el buen manejo económico del Gobierno como el elemento primordial para elevar su opinión sobre la capacidad de respuesta del país ante sus compromisos financieros, señalando que la economía exhibe una alta tasa de crecimiento económico y una resiliencia a choques externos.

A propósito de esta información, el ministro de Hacienda expuso que este logro implicará beneficios para el país, incluyendo la mejora del clima de inversión, lo que se traduce en que más empresas extranjeras se motiven a instalarse en el país, generando empleos formales para la población.

“La nueva calificación reduce las tasas de interés de las emisiones de bonos del Gobierno. Esto permite tener un menor déficit y/o más recursos disponibles para prioridades básicas de la población, tales como salud y seguridad ciudadana”, explicó.

Asimismo, indicó que el avance del país hacia la calificación “BB” presiona a la baja de las tasas de interés de préstamos en general, permitiendo a las entidades financieras captar recursos externos a menor costo, lo cual permite beneficiar también a sus clientes.
“La mejora de la calificación por parte de Standard & Poor’s, independiente y sin afiliación política, es un reconocimiento de que estamos avanzando en términos económicos e institucionales”, declaró Vicente.

De igual manera, S&P resalta la mejora de la institucionalidad en la administración pública, que se refleja en su capacidad de mantener altas tasas de crecimiento económico, fortalecimiento en la planificación fiscal y el manejo de la deuda pública. El Gobierno ha expresado el interés de alcanzar el grado de inversión en la próxima década, meta que ya había sido expresada por administraciones pasadas.

Países más endeudados

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), estos son los países más endeudados del mundo.

En primer lugar está Japón (257% del PIB), básicamente por su decisión del gobierno de gastar lo que la población no hace y a su política de las tres flechas —inyecciones monetarias, estímulos presupuestarios y fiscales, y reformas estructurales— para espolear una economía estancada y sin vestigios de inflación en décadas.

Luego está Sudán, que debe el 210% del PIB. En 2009 la deuda pública solo alcanzaba el 71% del PIB. Le sigue Grecia con un 181.3% del PIB, país al que el FMI advirtió se enfrenta a explosivos incrementos de sus niveles de deuda externa que podrían llegar a suponer más del 300% del PIB en unas décadas. Esto conmina al país a implementar un programa agresivo de reducción del endeudamiento. La nación sido la más castigada por la crisis de la deuda europea y global.

En cuarto lugar está Eritrea (175% del PIB), pero ha venido descendiendo desde 2017. Le sigue Cabo Verde (133.8%), Italia (132.6%), Surinam (141%), Barbados (138%), Singapur (138%), Maldivas (137%) y Mozambique (134%) y Bahréin (123% del PIB). Sin embargo, el tamaño de la deuda y su relación con el PIB no siempre indica que son economías riesgosas para invertir.

Comparte la Noticia:

Por El Dinero