La cantidad de tareas sembradas ha disminuido por efectos del cambio climático.

Santo Domingo, RD.-Si hay algo con lo que el dominicano no come cuento es ¡su arroz con habichuelas! El plato insignia es una receta obligatoria en la mayoría de las mesas en República Dominicana al medio día. El arroz es considerado como un producto político por su impacto social, ya que genera cerca 300,000 empleos directos e indirectos.

El país es autosuficiente en el cultivo de arroz, con una producción promedio anual que, de acuerdo con estadísticas del Ministerio de Agricultura, ronda los 13.9 millones de quintales en los últimos cinco años (2018 a 2022), muy cercano a su consumo interno que es en promedio de 14.3 millones de quintales al año.

Al desglosar los datos del lustro analizado, se revela que la producción ha crecido en un 6.6% al pasar de 13.8 millones de quintales en 2018 a 14.7 millones de quintales en 2022. Sin embargo, la demanda interna ha aumentado de manera más acelerada, al hacerlo en un 8.9%, ya que en 2018 los dominicanos consumieron 13.9 millones de quintales de arroz, entre tanto, al 2022 la ingesta aumentó a 15.2 millones de quintales.

Cuando la producción es menor al consumo, la Comisión Nacional Arrocera aprueba una partida desde Estados Unidos que pertenece a la cuota establecida en el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta).

Para 2025 el DR-Cafta contempla la desgravación arancelaria para algunos productos, lo que plantea un reto para los productores dominicanos, ya que al bajar los aranceles será más económico importar rubros como el arroz que podría ser más barato que el de producción nacional.

Marcas de arroz que se comercializan en el mercado de la ciudad ganadera.

De acuerdo con el productor Oliverio Espaillat, las variedades que más se consumen y cultivan en el país son Juma 69-20, producida por el doctor Federico Cuevas en la Dirección del Arroz (Bio-Arroz) del Ministerio de Agricultura. Sostuvo que, desde su lanzamiento en 2020, es la más consumida, en un 65%, por sus cualidades de buen rendimiento, sabor y aceptación de los consumidores.

Las siguientes son la variedad Lucero de la Productora de Semillas Quisqueya (Prosequisa), que ocupa la segunda posición en siembra por variedad y Juma 70-22 que también fue producida en Bio-Arroz. A estas le sigue Sabina del Programa de Genética del Arroz de Fertilizantes Santo Domingo (Genarroz-Ferzan) y en la línea noroeste la variedad Puitá.

Siembra de arroz

En la nación dominicana hay dos ciclos de siembra para producir arroz. Una es en primavera, que se desarrolla desde diciembre hasta abril, mientras que la otra es la cosecha de invierno que abarca los meses de junio, julio y agosto.

Durante la primavera se desarrollan climas frescos y las noches son más cortas. Esto enriquece al rubro, debido a que necesita de suficiente luz solar para desarrollarse. Productores explican que la aparición de enfermedades es menor, por lo que se obtienen mejores rendimientos.

La cantidad de tareas sembradas ha aumentado y disminuido a lo largo de los años. En el transcurso del 2018 se sembró arroz en 2,885,611 tareas, mientras que al año siguiente (2019) las tareas aumentaron a 2,999,737. Para 2020 y 2021 la siembra de arroz registró un incremento al producirse en 3,071,823 y 3,178,513 tareas. Sin embargo, pese al crecimiento registrado en esos años, en 2022 las tareas dedicadas a la siembra del rubro se redujeron a 2,750,678 tareas, esto significa 427,835 tareas menos.

Espaillat, explicó que la reducción de las tareas se debe a que los productores están emigrando hacia otros rubros como la yuca o el plátano que les generan más rentabilidad. “Los arroceros tenemos la ventaja de que tenemos agua y podemos diversificarnos con otros productos”, indicó.

Agregó, además, que la producción se ha vuelto complicada a causa de los efectos del cambio climático, ya que el año no se pudo sembrar en algunas zonas por la sequía que azotó al país, por lo que no se pudieron conseguir los rendimientos adecuados. “Más de 300,000 tareas no se sembraron el año pasado por efecto de la sequía”, aclaró.

Aunque el también expresidente de la Federación Nacional de Arroz (Fenarroz), proyecta para este año una mejor cosecha de primavera, gracias a las buenas condiciones climáticas y a los embalses de las presas que están llenos, gracias a las lluvias de noviembre y diciembre, por lo que se prepararon y cultivaron todas las áreas.

Mercado laboral

La tecnificación en el sector agrícola tiene efectos contradictorios sobre el desarrollo. Un estudio sobre el mercado laboral en el sector agrícola, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) junto al Instituto Nacional de Migración (INMRD), revela que, por un lado, el uso de máquinas y tecnología mejora la competitividad y genera un ahorro de insumos para producir. Sin embargo, disminuye la demanda de mano de obra y, por ende, la generación de empleo en las comunidades campesinas.

Según estimaciones de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), más del 90% de los trabajadores agrícolas son de origen extranjero. En ese sentido, el estudio refiere que, en el caso del arroz, la acelerada tecnificación, ha sido impulsada, principalmente, por la necesidad de disminuir la dependencia de la mano de obra extranjera.

Productores de arroz consultados informan que conseguir mano luego de la pandemia del covid-19 se ha tornado difícil, ya que muchos trabajadores agrícolas han emigrado o se han insertado al sector turismo, por ello entienden es necesario la integración de tecnologías en la aplicación de agroquímicos y para la preparación de terreno.

Comercio

El precio del arroz está sujeto a la oferta y la demanda y lo establece la Comisión Nacional Arrocera. Esta comisión, está integrada por autoridades oficiales, comerciantes, industriales y productores que fijan una franja de precios sobre la cual los molineros disponen el precio final a pagar al productor. Así mismo, el Programa Nacional de Pignoración del Arroz (auspiciado por el Gobierno dominicano) contribuye con la estabilización de los precios del cereal.

Un sondeo realizado por el elDinero a distintos mercados del Gran Santo Domingo arrojó que el precio del arroz selecto es de RD$30, mientras que el súper selecto se vende a RD$32. Por su lado el arroz Prémium y extra prémium se comercializan a RD$34 y RD$37, respectivamente.

Un comerciante, que no quiso revelar su identidad, aseguró que los precios han aumentado mucho y los clientes se quejan, ya que el arroz que hoy se vende en RD$30, el año pasado costaba RD$25. “En el mes de noviembre tú podías conseguir un saco de 125 libras a RD$3,300, pero ahora se vende a RD$3,650″, lamentó.

Principal alimento

La especie de arroz “Oriza sativa” se conoce desde hace alrededor de 10,000 años antes de Cristo en la cordillera de Los Himalayas. En principio se cultivaba de forma salvaje, pero con el tiempo evolucionó hacia una producción más organizada, por su creciente demanda. Es uno de los cereales de mayor consumo mundial, solo comparable con el trigo. Los países de mayor producción son China, India, Indonesia, Bangladesh y Vietnam.

Se estima que el arroz es el principal alimento de dos tercios de la población mundial. El 90% de la producción mundial se consume en Asia.
En República Dominicana se dedica una proporción importante de los terrenos agrícolas al cultivo de arroz, especialmente para el consumo local, aunque se exporta una proporción mínima que compite con importaciones para completar la demanda.

Existen al menos cinco zonas de producción de arroz en las regiones norte, sur, noroeste, nordeste y este. Sin embargo, la mayor área de producción se concentra en el nordeste (65%) y el noroeste (27%).

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Por El Dinero