Empresarios, congresistas y funcionarios de República Dominicana ven modelo de PetStar en México

Varias industrias de República Dominicana evalúan la posible instalación de una planta de reciclaje de residuos de plástico en el país y, con ese objetivo, sus principales ejecutivos participaron de una comitiva de empresarios y funcionarios que visitó México, para conocer la experiencia de PetStar, una empresa que construye un liderazgo mundial en el manejo de botellas de PET.

La comitiva, integrada por 37 representantes del sector empresarial, gubernamental y del Poder Legislativo, estuvo coordinada por la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), como parte del “Proyecto de Economía Circular”, el cual cuenta con el apoyo del laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID-LAB).

La iniciativa de una planta recicladora integra a varias empresas dominicanas, entre las que figuran Plastifar, Diesco, Alpla y Multiform, resalta la AIRD.

Durante la visita, el ministro de Medio Ambiente, Ángel Estévez, explicó que más que recaudar impuestos en un proceso de reciclaje, el Estado dominicano solo tiene interés en resolver el problema del manejo de los residuos sólidos, sobre todo de los plásticos, un problema que, según resaltó, incumbe a todos los países del mundo.

“Si yo fuera un industrial, igual que ustedes, y a mí me venden materia prima de primer orden, más barata, no es verdad que me voy a dedicar a hacer todo este proceso (de reciclaje de plástico) que nosotros vimos, que es traumático y no es fácil de hacer, solamente lo hace una obligación de los Estados, para no mencionar a República Dominicana porque ya México está muy adelante”, dijo Estévez, al intervenir en una de las actividades en la que participó la comitiva.

El funcionario ponderó los esfuerzos que hace México y la intención de los empresarios dominicanos de instalar una planta recicladora como una alternativa para manejar una parte de los residuos de plástico. Advirtió que, de lo contrario, “y esto no es para verlo con pasión ni con miedo ni con temor”, algún día la situación obligará a imponer un impuesto a la materia prima, “para que no se compre y para que tengamos que buscar otras alternativas para producir los envases que necesitamos, en vez de plástico, porque el mundo no se va a morir, ni se va a destruir”.

“Aquí lo que hace falta es una sola cosa: que la voluntad sea más fuerte que cuando salimos (para México) y llegar allá (a República Dominicana) con la idea de resolver el problema”.

Mientras, Circe Almánzar, vicepresidenta de la AIRD, mostró satisfacción con la visita a México y recordó que el gremio impulsa la creación de una organización entre todas las industrias que utilizan envases de PET en República Dominicana para organizar centros de acopio, con el objetivo de “valorizar dichos productos de manera conjunta, para que puedan ser recuperados y reciclados”.

Sostuvo que un proceso de reciclaje ayudará, además, a generar nuevos empleos y contribuirá con la sostenibilidad ambiental y de las industrias.

“Instalar una planta recicladora permitirá ir desde la recuperación inclusiva a procesos de acopio, procesos de reciclado y clientes en el mercado, en una verdadera muestra de economía circular que se sustenta en la innovación y que genera valor económico, ambiental y social”, indicó.

Amplia comitiva

Además de Estévez y Almánzar, en la nutrida comitiva participaron los viceministros Juan Tomás Monegro, Vernice Páez y Sina del Rosario, así como Domingo Contreras, director general de Programas Especiales de la Presidencia (Digepep), y Omar Ramírez, asesor Ambiental del Poder Ejecutivo y coordinador del Programa CDEEE-Renovable. También, los legisladores Charles Mariotty, Francisco Matos, Félix Nova y Ricardo Contreras.

Entre los representantes del sector empresarial estuvieron el presidente de la AIRD, Celso Juan Marranzini; César Dargam, del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep); Jake Kheel y María Alicia Urbaneja, de la Red Nacional de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental (EcoRed); Álvaro Sousa y Kristie Farías, de la Asociación Dominicana de la Industria del Plástico (Adiplast), y Bredyg Disla, de la Asociación de Industrias y Empresas de Haina y Región Sur.

También asistieron representantes de las empresas Cormidom, Plásticos Multiform, Plastifar, Alpla, Cemex Dominicana, Grupo Diesco, Bepensa Dominicana, Coca-Cola, Industrias San Miguel, Plastidel y Nesplas.

Los empresarios y funcionarios tuvieron como anfitrión al director general de PetStar, Jaime Cámara Creixell, quien fungió de guía y explicó, junto al personal de su organización, todos los procesos de recolección de residuos plásticos y su conversión en nueva resina en la planta grado alimenticio.

“Los países desarrollados lo hacen por políticas públicas, los países en desarrollo lo hacemos por impacto social. Por políticas públicas es más lento y acaba siendo más costoso”, expresó Cámara Creixell al explicar el proceso de recolección de residuos plásticos como parte del concepto de economía circular.

“Por valor social, tienes la posibilidad de hacerlo mucho más rápido, porque tiene la capacidad de generar valor. El pepenador o buzo, como le llaman ustedes, no está tan mal pagado si trabaja y le echa ganas”, añadió para resaltar que se trata de un modelo de negocio “enfocado en el esfuerzo”.

Sostuvo que el proceso de reciclado del PET utilizado por la industria para envasar productos comerciales puede ser aprovechado por muchas personas como una oportunidad para generar ingresos. “Aquí en México lo que ha pasado es que a partir de esta horizontalización del mercado, uno como consumidor separa los residuos y va a haber un punto cercano en donde se lo van a comprar”.

Explicó que su país tiene identificado cerca de 10,000 compradores de PET. “Entonces, es muy poderoso, y si tú lo separas, muy cerca de ti habrá alguien que te lo va a comprar”.

PetStar cuenta con 24,000 recolectores; 1,200 socios acopiadores; 8 plantas de acopio, una planta de valorización de subproductos y una planta de reciclado.

Acopia 80,000 toneladas de plástico cada año. Su resina es adquirida en forma proporcionar por sus accionistas: Arca Continental (49.90%), Coca-Cola México (30%), Bepensa (10.06%), Corporación del Fuerte (5.04%), Corporación Rica (2.20%), Grupo Embotellador NAYAR (1.84%) y Embotelladora Colima (0.96%).

Involucrar a la población

“Mundialmente existen dos criterios para el manejo de los residuos. Uno es tomar en cuenta que los residuos es un todo y cada pedazo del pastel tiene una solución diferente: hay cosas que se pueden reciclar, hay cosas a las que se les tiene que dar un tratamiento biológico, otras térmicos y algunas no tienen opción más que el relleno sanitario”, planteó Jorge Treviño, director de ECOCE, durante una de las conferencias. Pero, antes que eso, agregó, “la opción era enterrarlos y hoy está abajo de la jerarquía”.

Treviño resaltó que hoy en día la industria tiene el desafío de rediseñar, repensar y eliminar plásticos innecesarios. “Hay plásticos que son necesarios y otros que no son necesarios. Eliminar esos (los innecesarios), rediseñar, prevenir, reducir y usar envases más eficientes, con menos pesos, con las tapas más chicas, sin pigmentos que los ayuden a ser más reciclables”.

El director de ECOCE, organización que se define como una “asociación civil ambiental creada y auspiciada por la industria de productos de consumo”, recordó que a algunos plásticos que no se pueden reciclar se pueden utilizar para recuperar su contenido calorífico.

Resaltó la importancia de la “responsabilidad compartida del productor”. En ese sentido, aseguró que ya está demostrado que aunque por ley los gobiernos tengan la facultad de regular a las diferentes industrias, solos no pueden enfrentar el manejo de los residuos.

Por esa razón, agregó que la industria puede ayudar, dándole valor a los residuos y estableciendo una comunicación con el consumidor. Al mismo tiempo, hacer sinergia con los gobiernos a los diferentes niveles, “y aprovechar los residuos como materia prima y generar economía circular”.

Treviño insistió, sin embargo, en que tanto los gobiernos como las industrias, si quieren tener efectividad deben apelar a la conciencia de la población. “Porque la población es la que tiene la masa crítica, es la que se lleva una bolsa o se lleva el envase al mar o lo tira donde no debe o coopera o dificulta o puede facilitar todo el proceso”.

Consideró que problemas como el ocurrido en Santo Domingo cuando las aguas del río Ozama trasladaron toneladas de plástico hacia el mar Caribe, se pueden prevenir con educación de la población y con la aplicación de la ley.

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Por El Dinero