La enseñanza que tenemos en nuestras aulas es realmente lo que queremos lograr o aun nos encontramos en un proceso de transformación, dentro de la utopía hacia la calidad de la educación.

Con el pasar el tiempo se ha demostrado que las concepciones de la enseñanza vista desde la óptica del maestro como centro del proceso y los estudiantados pasivos en el salón de clases, no dejaban provecho en la búsqueda del conocimiento y fue por esta razón que de pronto en las aulas se fue instalando un escenario más dinámico, participativo, investigativo; me refiero, desde luego a la instauración del paradigma cualitativo con una concepción hermenéutica y un enfoque constructivista del aprendizaje.

En la actualidad se dice que la didáctica está pasando por un proceso transitorio, y que está enmarcado en esencia en el cambio de paradigma, esta nueva idea pretende dar mejoras a la forma de enseñar por parte de los docentes y de aprender por parte de los educandos, sin embargo actualmente seguimos observando que muchos docentes están resistiéndose al cambio, en especial aquellos que se formaron académicamente en la vieja escuela, esa en la cual el dogmatismo fungía como eje central del salón de clases, y en consecuencia el alumno se encontraba en una posición completamente pasiva, y sutil.

Según Penteado (1982) la Didáctica es un conjunto de métodos, técnicas o procedimientos que procuran guiar, orientar, dirigir e instrumentar, con eficacia el proceso de aprendizaje donde esté presente como categoría básica. Partiendo de este pesar es cuando el educador empieza a reflexionar sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje en los que se encuentra actualmente inmerso, formación donde el papel principal del docente es ser guía, tutor, mentor y donde el estudiante tiene todas las oportunidades de exhibir sus habilidades y fortalecer las competencias que va adquiriendo en la trayectoria.

Con los aportes de Piaget, Vygotsky y Ausubel, la Didáctica viene evolucionando hacia una ciencia, desarrollando la responsabilidad de pensar la enseñanza desde los elementos constitutivos de su propio proceso y brindando apoyo teórico al docente en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Métodos, técnicas, tecnología, teorías que constituyen una ciencia aplicada a la formación integral para la aprehensión de la cultura y el desarrollo individual y social del ser humano (Fernández, 1999).

Como conclusión, es por esta razón que nunca debemos olvidar que la forma como se enseña siempre se basará en la didáctica y que esta a su vez debe estar entrelazada con al menos un paradigma; y las necesidades pedagógicas de hoy día conducen a que sea el paradigma cualitativo ya que valora la formación del individuo de forma más integral, sin desde luego menoscabar la importancia que en determinado momento del proceso pueda tener el paradigma cuantitativo. Los docentes de hoy nunca deben obviar que en cierto tiempo tal vez no son didácticos pero su intención siempre debe ser pedagógica.

Por: Yahaira Alejandra Reyes Sánchez

La autora es Magister en Ciencias de la Educación, Docente en el Ministerio de Educación, regional 02 San Juan, escritora, tutora y asesora docente.

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