La decisión ha sido criticada por la familia de la víctima y por varios políticos y periodistas que consideran que “claramente” fue un crimen de “odio político”.

La Policía Civil del estado brasileño de Paraná concluyó que no hubo motivación política en el asesinato del militante izquierdista Marcelo Arruda, a quien un seguidor del presidente Jair Bolsonaro disparó el pasado fin de semana en Foz de Iguazú.

El crimen provocó una fuerte reacción en la esfera política brasileña y la Policía Federal incluso decidió ampliar sus efectivos para proteger a los candidatos en la campaña para las elecciones de octubre. La decisión de este viernes no ha sido bien recibida por la familia y tampoco por muchos políticos y periodistas, entre otros. 

Los hechos ocurrieron el sábado, 9 de julio, cuando Arruda, guardia municipal, celebraba su cumpleaños junto a su familia y amigos en un local que decoró con temática del Partido de los Trabajadores (PT), liderado por Luiz Inácio Lula da Silva, y donde militaba desde hacía más de una década. 

Según la Policía, Jorge Guaranho, un agente penitenciario federal bolsonarista, estaba en una barbacoa cuando alguien le avisó que se celebraba la fiesta y corrió hasta el lugar. 

Al llegar se desencadenó una discusión, mientras Guaranho gritaba “Aquí Bolsonaro”, “Lula ladrón” o “¡Muerte a los petistas!”. Se marchó, pero volvió minutos después para entrar en el local y disparar contra Arruda, quien antes de morir le hirió también con su arma.

“Peligro común”

La Policía explicó que Guaranho –que se encuentra en el hospital– fue imputado por homicidio doblemente calificado, por torpeza y peligro común. Según recoge G1, la comisaría Camila Cecconello, encargada del caso, dijo que “es difícil decir que el asesinato ocurrió porque el autor quería impedir los derechos políticos de la víctima”.

“Tenía [Guaranho] intención de provocar. Y creemos que la escalada de la discusión entre ambos hizo que el autor regresara y cometiera el asesinato”, aseguró. 

La comisaría añadió que el bolsonarista disparó cuatro tiros, dos de los cuales alcanzaron a Marcelo, mientras que este disparó 10 veces y alcanzó cuatro veces al policía.

Según explica la periodista Andréia Sadi, la familia de la víctima se mostró en desacuerdo con la decisión policial. “La defensa entiende que hubo motivación política, un crimen de odio. Incluso los familiares del acusado informaron que llegó gritando [en contra de Lula y a favor de Bolsonaro]”, comentó Ian Vargas, abogado de la familia. 

Vargas también consideró que las conclusiones se tomaron demasiado rápido. “Tuvimos la información de que el peritaje del celular de Jorge Guaranho fue enviado ayer (jueves), ¿y ahora tienen un informe?”, cuestionó.

“Ignorar las pruebas”

En las redes sociales la conclusión policial ha sido también criticada. “Así que se arregla así: el asesino irrumpió en la fiesta por razones políticas, sacó su arma por razones políticas, pero apretó el gatillo por razones personales“, ironizó el periodista Bernardo Mello Franco.

Imagen ilustrativa

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“Un día más y la gente dirá que Marcelo Arruda murió porque no le ofreció un pedazo de pastel a Guaranho. La condecoración del PT y los gritos por Bolsonaro serían solo detalles en el escenario“, comentó la también periodista Lola Ferreira. 

“Que la Policía de Paraná concluya que no hubo motivación política en el asesinato de Marcelo Arruda es absurdo. ¿Qué significa que el asesino grite a favor de Bolsonaro antes de disparar? ¡Las instituciones que deberían hacer justicia están carcomidas por el bolsonarismo!”, denunció la diputada federal Talíria Petrone.

El diputado Paulo Bufalo escribió: “Descartar motivaciones políticas en el asesinato de Marcelo Arruda del PT por un bolsonarista, ignorando pruebas, es una prueba más de que el crimen fue político”.

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