“Nunca recibes lo que mereces, recibes lo que negocias”, Alex Day.

En el reciente encuentro de parejas en Bávaro, la frase que más impactó al público fue la afirmación de Alex Day, donde manifestó que lo que recibimos en la vida no es lo que merecemos, sino lo que negociamos.  

Esta frase tiene mucho que ver con la justicia en las relaciones; pero pone en cada uno de nosotros la responsabilidad de cómo somos tratados. Muchas veces esperamos ser tratados de determinada forma, pero nos conformamos con el maltrato y la desconsideración y peor aún llegan algunos a creer que nos gusta el maltrato.

Cuando alguien nos trata de una manera injusta y desconsiderada debemos preguntarnos si nosotros estamos permitiendo, propiciando o estimulando ese maltrato. 

Si recibimos estoicamente el maltrato, sin hacer reclamos ni cambiar las pautas que lo mantienen, los demás seguirán tratándonos de igual forma.

Hay personas que reciben malos tratos de la pareja. Otros son maltratados con hechos y palabras por los hijos o por un hijo en particular. En ocasiones nuestros amigos y compañeros de trabajo realizan ese maltrato que nosotros permitimos. Y completando el escenario el maltrato relacional puede venir de la familia de origen, que nos ha asignado un rol de explotación y que nosotros cumplimos a cabalidad.

Es nuestro deber revisar nuestras pautas con quienes establecemos relaciones y hacer reclamos, cambiando las reglas que mantienen el maltrato en nuestras relaciones y negociar con los demás, para recibir un mejor trato de la vida en nuestras complicadas formas de relacionarnos.

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