Azua, RD.- Una mujer residente en el sector El Hoyo del municipio cabecera de Azua, la cual padece cáncer desde hace 17 años, denunció que por medio de engaños le solitaron la llave de su casilla en el mercado público de esa demarcación, aprovechándose de que se encontraba restringida por el riesgo que corre ante la pandemia del COVID-19.

Altagracia Díaz, mejor conocida como “La Hija de Grifo”, manifestó que cuando volvió a ocupar su puesto ante el llamado que hiciera el actual alcalde de la ciudad, Ruddy González, ya había otra persona en su lugar.

“Yo soy comerciante del mercado público de Azua, cuando hicieron el desalojo para construir el mercado yo fui desalojada y reubicada en la casa de Tirso Ramírez, alias Pequeño. A la entrega del mercado estábamos en plena pandemia con todas las restricciones por parte de Salud Pública y por orden de mi médico de cabecera, ya que soy paciente de cáncer múltiple”.

“Se me hizo imposible salir y por medio de engaños mandaron a retirar mi llave para una supuesta nueva entrega de la nueva administración y cuando el alcalde hizo el llamado de que todo el que tuviera su local le daba 10 días para que lo ocupe, yo acudí al mío, pero ya había un tal Yimi De Los Santos ocupándolo”, indicó Díaz mientras suplicaba por ayuda, señalando que necesita su negocio para sobrellevar la terrible enfermedad.

“Desde ese día he agotado todos los medios para que esa persona me entregue mi local y nada se ha podido. Los policías que están a cargo piden una orden del fiscal, pero este dice que es lo decida el alcalde, aún llevando yo todos los documentos que me certifican como dueña de ese local”, continuó diciendo Altagracia.

“El alcalde Ruddy González emitió una circular donde narra que los locales solo pueden ser ocupados por las personas que están en el listado y que tienen su certificación. Yo cuento con eso, pero aún así mis derechos están siendo violados. El viernes me visitó el abogado del señor Tirso para decirme que si no le entrego su casa seré desalojada”, señaló la señora.

Finalmente dijo, “ni un solo día he podido parar de trabajar para poder sustentar mi tratamiento y todos los gastos que se presentan. Son 17 años padeciendo de Cáncer y siempre que voy a darme la quimioterapia regreso a trabajar en seguida, aún con todos los malestares que esta me causa, pero no tengo quien sea por mí, si me quitan la única entrada que tengo, es como si me quitaran la vida”

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