El presidente mexicano espera una respuesta que impida la exclusión de países de la cumbre, en vista del veto planteado por Washington a naciones como Venezuela y Cuba.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó este jueves que todavía no hay una respuesta formal de EE.UU. sobre la petición de incluir a todos los países del continente en la Cumbre de las Américas, a realizarse en junio próximo en Los Ángeles.

No obstante, durante su conferencia matutina, el mandatario mexicano expresó su confianza en que su par de EE.UU., Joe Biden, sea capaz de dar un “viraje” en su política exterior.

“Vamos a esperarnos. Tengo confianza en el presidente Biden. Es el momento de un gran viraje, es el momento de iniciar una etapa nueva en las relaciones de los países de América y va a ser un ejemplo para el mundo. Y solo lo puede hacer él. Y por eso no descarto la posibilidad de que se logre este acuerdo”, dijo López Obrador.

México y EE.UU. no logran un acuerdo sobre la inclusión de todos los países en la Cumbre de las Américas y continuarán el diálogo

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El mandatario mexicano explicó que ha habido reuniones entre funcionarios de su Gobierno y de EE.UU., pero hasta el momento no se ha logrado un acuerdo que permita la participación de todas las naciones, sin la exclusión de países como Venezuela y Cuba, como plantea Washington. El mandatario consideró que podría llegarse a una respuesta final esta semana.

“Desde luego, ustedes saben, no es nada fácil, son cuestiones muy complejas porque son cambios de políticas viejas, que datan más de dos siglos y que se alentaron con la Guerra Fría, pero tenemos que relacionarnos de manera distinta en el mundo, hacer a un lado la confrontación, hacer a un lado la guerra”, manifestó.

Se prevé que la Cumbre de las Américas se realice en Los Ángeles, California, del 6 al 10 de junio de 2022. Sin embargo, López Obrador se niega a asistir a la reunión si no se invita a todos los países del continente, un planteamiento que ha sido respaldado por sus homólogos de Bolivia, Chile y Honduras, pero que ha sido interpretado por algunos analistas como un “boicot”. 

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