El presunto autor de los hechos, de nacionalidad mexicana, se dio a la fuga tras perpetrar la masacre con un fusil de asalto AR-15.
La Policía aún desconoce el paradero de Francisco Oropeza, mexicano de 38 años que, presuntamente, asesinó este sábado a cinco hondureños —incluido un niño de ocho años— tras abrir fuego contra ellos en una vivienda de Cleveland (Texas, EE.UU.), según lo declaró Greg Capers, alguacil del condado de San Jacinto, informa AP.
“El podría estar en cualquier lugar ahora”, explicó el ‘sheriff’, indicando que las autoridades locales han decidido ampliar el área de búsqueda hasta los 32 kilómetros con respecto al lugar de la masacre.
Asimismo, detalló que los investigadores han encontrado ropa y un teléfono mientras peinaban una zona rural que incluye densas capas de bosque, así como el fusil de asalto AR-15 que habría utilizado el asesino, mientras se desconoce si lleva consigo alguna otra arma.
Los agentes creen que la masacre tuvo lugar después de que las víctimas pidieran al sospechoso, que vivía al lado, que dejara de disparar su arma de fuego en el patio delantero de su casa, porque había un bebé tratando de dormir. El vecino, aparentemente bajo los efectos del alcohol, se molestó y reaccionó de manera violenta.
Tras conocerse el origen de las personas fallecidas, el ministro de Asuntos Exteriores de Honduras, Eduardo Enrique Reina, expresó sus condolencias a los familiares y exigió “que se aplique todo el peso de la ley” contra el responsable de este “terrible crimen”.
