Azua, RD.-La monja Bernadette Mackay, de la Diócesis de Orlando, Estados Unidos, una hermana que se estableció durante 21 años en la Cordillera Central para ayudar a cientos de familias pobres que habitan en comunidades vulnerables.

A su llegada a esta zona montañosa, encontró un alto índice de niños desnutridos en la comunidad El Montazo.

Además, hizo posible la edificación de un centro educativo en cuatro comunidades vulnerables de esta zona montañosa.

Para que la población infantil aprendiera a leer rápido, se ejecutaron varios programas de enseñanzas.

También se llevó agua potable a El Montazo y La Cueva, donde las autoridades se olvidaron que aquí se consumía agua de ríos y rigolas.

En La Cueva se edificaron 36 viviendas para familias pobres y también en otros lugares.

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