Cuando el cuerpo se enferma se afecta la mente y el pensamiento; de la misma manera cuando nuestra salud mental se altera se puede ver afectado el cuerpo.
La salud tiene que ver con el cuerpo, con la mente, con lo social, lo familiar y las relaciones.
Un hombre que sospecha de su mujer y que cree que esta le es infiel puede alterar su vida social, laboral y familiar.
Una madre que tiene un hijo en drogas puede ver que su salud se deteriora, el insomnio le acompaña.
Nuestras relaciones injustas y cargadas de abuso agravan y desencadenan enfermedades.
Hay personas que cargan con la mayor parte de los problemas de su familia nuclear y los problemas de hermanos, tíos y sobrinos.
Su mente y cuerpo se sobrecargan y presentan síntomas.
Debemos buscar asistencia en Terapia Familiar en este tipo de problemas y veremos desaparecer muchos síntomas físicos que no desaparecen con medicamentos.