La familia y la escuela son espacios que repercuten de manera directa en el proceso de formación del individuo tanto de manera personal como intelectual, los inicios educativos del ser humano se originan en el seno familiar, aquí es donde se fomentan los valores, costumbres y habilidades básica.

Por lo tanto, el núcleo familiar es el primer entorno donde el individuo comienza la relación e   interacción   con otras personas y desde donde obtiene la primera educación y, a la vez la seguridad, el amor, el cariño, el respeto y otros valores primordiales que se inculcan en las primeras etapas de vida.

Cabe destacar que el ambiente también es un factor decisivo en el carácter y desarrollo, físico, emocional e intelectual del ser humano. Por otro lado, la sociedad juega un papel importante en el desarrollo educacional de ser humano ofreciéndole apoyo y habilitándole las vías correctas para encaminarlo a la superación. No podemos olvidarnos que familia y escuela también de manera conjunta son dos grandes instituciones que influyen en el desarrollo de la niñez, por lo tanto ambas deben de interactuar de manera coordinada para fundamentar la formación personal, emocional y profesional de los alumnos.

El impacto familiar en la vida de sus hijos son un soporte que influirá y repercutirá en su futuro ya que son el núcleo que constituyen las relaciones aspecto que son cruciales para su supervivencia humana, y de esta forma aprender a establecerse en el entorno escolar y mantener relaciones factibles y dentro del circulo del respeto hacia los demás y a si mismo.

Ambas entidades tienen el compromiso de proporcionarles un ambiente propicio y seguro para asegurar que puedan cumplir con lo que les ha enseñado. Por ejemplo, la etapa preescolar del niño es determinante en el desarrollo armónico de la inteligencia y el desarrollo psicomotor de cada niño, por lo tanto el papel de la familia es crucial en el inicio de la vida escolar del niño.

Los docentes y familia tienen la responsabilidad y el compromiso de mantener una activa y estrecha relación fluida y constante con mirar a propiciar el entorno requerido, acto y viables que los lleve al logro en común de formar un individuo altamente capacitado con valores, actitudes y competencias fructíferas que le permitan incorporarse a la sociedad y ser entes transformadores y resilientes en medio de las adversidades de la vida.

La escuela ha de ser abierta y propiciar entornos que involucren a las familias en el proceso educacional de sus hijos, mantenerle informado del desarrollo cognitivo del niño de sus altas y bajas y juntos tomar decisiones y acciones que busquen la mejora continua en la vida escolar de los alumnos.

Escuela y familia han de estar interconectadas asociarse y juntos combatir los desafíos y retos en el proceso de enseñanza y aprendizaje en busca de mejorar la calidad de las relaciones interpersonales que previene el fracaso escolar.

Por:  Isamare Cruz Reyes M.A

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